lunes, 2 de diciembre de 2024

LENGUA: semana del 2 al 5 de diciembre de 2024.

 


 

SESIÓN 1: Tiempo para leer.
Trabajamos la rima (Ficha fotocopiada).




SESIÓN 2: Tiempo para escribir.
  • RUTINA  LECTURA DIARIA: 
    • LECTURA Y COMPRENSIÓN DE UN TEXTO INSTRUCTIVO: LECTOGRUP.
    •  ESTRATEGIA LECTORA
    • MEMORIZAR PALABRAS
    • BUSCAR DIFERENCIAS ENTRE DOS DIBUJOS.
SESIÓN 3: Tiempo para escribir, hablar y escuchar.
  • Escucha el cuento y escribe en tu cuaderno: 
    1. ¿Qué otro título le pondrías?
    2. ¿Quién es  el protagonista?
    3. ¿Qué problema tenía?
    4. ¿Cómo crees que se sintió la ovejita? ¿Por qué?

  • Celebramos el día de la BANDERA (4 de diciembre)
    • Trabajamos la leyenda del Rey Al-Mutamid:

De todos los reyes árabes que pasaron por Sevilla, hay uno al que se recuerda con especial cariño: Al-Mutamid, el rey poeta. A él le debemos, en gran medida, la construcción del Alcázar de Sevilla, ya que sus obras en él convirtieron la fortaleza árabe en un palacio admirado tanto por amigos como por enemigos. Sin embargo, su recuerdo viene asociado a su talento como poeta, convirtiendo a Sevilla durante su reinado en un centro cultural al que acudían numerosos poetas y literatos de la época. Y, como no podía ser de otra forma en esta ciudad, en torno a su figura circulan numerosas leyendas en la que se entrecruzan lo histórico con lo mitológico.

La leyenda más conocida de Al-Mutamid en Sevilla es cómo conoció a la que sería su reina. Un día, paseando a orillas del Guadalquivir con su amigo y también poeta Ibn Ammar, jugaban a improvisar poemas, entretenimiento muy popular en la sociedad andalusí de la época. Al-Mutamid comenzó un poema que su amigo no supo continuar:

“La brisa convierte al río
En una cota de malla…”

En eso que oyeron una voz femenina que completaba la rima de manera excepcional:

“Mejor cota no se halla
Como la congele el frío.”

El rey se asomó y descubrió a una joven hermosa que andaba descalza por lo orilla, llevando las riendas de un burro. Al instante se quedó enamorado de ella y pidió a Ibn Ammar que la siguiera. Así fue como descubrió que era una joven esclava llamada Itimad, aunque todos la conocían como la Rumaikiyya, ya que su dueño era un alfarero de Triana llamado Romaicq. Al-Mutamid no dudó en comprar su libertad y llevarla al Alcázar, donde la hizo su esposa.

Columna en los jardines del Alcázar de Sevilla que recuerda la figura de Al-Mutamid

Su amor era muy fuerte. Ambos compartían la pasión por la literatura y la poesía. Aunque Al-Mutamid, por su religión, podía tomar varias esposas, Itimad fue la única para él. Cuenta la leyenda que un día él la encontró llorando y al preguntarle qué le pasaba esta contestó que echaba mucho de menos el tacto del barro que usaba para hacer las tejas en el taller de Romaicq. El rey no se lo pensó dos veces y, a la mañana siguiente, llenó uno de los patios de su palacio musulmán con una gran cantidad de barro y una mezcla de especias (almizcle, clavo, etc.) que le daban un olor irresistible. Itimad pasó todo el día jugando con sus sirvientas y riendo como una niña.

También cuenta la leyenda que en otra ocasión volvió a estar triste porque nunca había visto la nieve. El rey no sabía qué hacer para contentarla, porque la única nieve que había en la Península era en el Norte, tierra de los cristianos, o en Granada, en poder de otro rey árabe con el que estaba enemistado. El rey la llevó a Córdoba para distraerla y un día de febrero sorprendió a Itimad mostrándole todo el campo cordobés nevado. Lo que no sabía Itimad era que lo que veía no era nieve, si no que el rey en secreto había hecho plantar un millón de almendros frente al Alcázar viejo, y, cuando ese día de febrero los almendros florecieron, el campo parecía nevado.

Al-Mutamid e Itimad vivieron muchos años felices en el Alcázar. Sin embargo, el rey, ante el poder que poco a poco seguían acumulando los cristianos, decidió pedir ayuda a una tribu guerrera del norte de África, los almorávides. Estos consiguieron frenar a los cristianos, pero se ve que Al-Andalus les gustó y también conquistaron los reinos árabes que estaban defendiendo. Al-Mutamid, así, se vio obligado a irse de Sevilla al exilio. Cuentan que el pueblo sevillano se reunió en el puerto para despedirle con lágrimas. Itimad, que había pasado tantos años de riqueza junto a él, no lo abandonó ahora en la pobreza, y lo acompañó en todo momento. En la ciudad de Agmat, en Marruecos, se conservan sus tumbas junto a la de uno de sus hijos. Allí se la conoce como la Tumba del Forastero, como Al-Mutamid se definió a sí mismo en su epitafio.

Imagen

SESIÓN 4: Aprendemos a escribir textos.

ESCRIBIMOS FELICITACIÓN NAVIDEÑA.
  • Hacemos una tarjeta de felicitación para mandarla por correo a las familias. 


  • Pedir a las familias que nos traigan un sobre tamaño cuartilla con la dirección de su casa puesta correctamente y un sello pegado. Dejamos aquí un modelo:







No hay comentarios:

Publicar un comentario

SALTOS POR LAS TABLAS DE CENTENAS

  SESIÓN DE NUMERACIÓN 2: MOVIMIENTOS POR LAS TABLAS DE LOS CIEN NÚMEROS GG: Hacemos saltos de +-10y +-1 por las tablas del 500 y 600. Asamb...